En el marco del I Ciclo de Mujeres Escritoras Paola Tena visita la Biblioteca de Tabaiba este viernes 11 de Mayo

Desde el pasado mes de Enero Biblioteca de Tabaiba viene desarrollando el I Ciclo de Mujeres Escritoras, dedicando cada mes a una temática diferente aunque relacionada con la literatura hecha por Mujeres. El presente mes de Mayo está dedicado a escritoras de novela corta, de relatos, de cuento y ensayo. De esta manera encontrarás en la Biblioteca una selección de publicaciones vinculadas a una exposición en la que se recoge la obra de catorce escritoras. 
Teniendo como referencia este hilo conductor invitamos a la escritora Paola Tena que, no solamente ofrecerá un encuentro con sus lectores sino que también llevará a cabo en la biblioteca una ponencia en la que realizará un breve recorrido por la producción literaria de escritoras de minificción en México. 
Entrada gratuita hasta completar aforo. 
Paola Tena ha publicado "Las pequeñas cosas" un libro de cuentos donde habitan ciudades improbables, semillas de sirena, espías encubiertos, hermanas siamesas, amantes que nunca se quisieron, sombras fugitivas, secretos de familia, individuos de ficción convencidos de su existencia y otros que existen pero albergan dudas razonables; sueños inquietantes, hipnotistas, clavadistas y hasta un lanzador de cuchillos. Todo converge en una realidad absurda compuesta de las pequeñas cosas que si caminas de puntillas y observas con atención, te devolverá la mirada.

Paola Tena (México, 1980) ha sido ponente en sesiones dedicadas a la animación a la lectura y divulgación del género minificcional. Imparte talleres de Escritura Creativa y elaboración de fanzines. Ha publicado algunos de sus microcuentos en antologías del género (“Señales mínimas”, Madrid, 2012; “Érase una vez… un microcuento”, Madrid, 2013; “Saborea la locura”, Barcelona, 2013; “Vamos al circo”, Cd. de México, 2017 y “Las musas perpetúan lo efímero”, Lima, 2017), además de contar con varias publicaciones digitales y participar de manera activa en las redes sociales.

 LIMONES
Empezó como una broma. Alguien decretó que la palabra limón quedaba prohibida por injuriosa. Pero como lo censurado atrae, a la gente le cautivó la insípida palabra. Limón. Limones. Se decía por lo bajo, como relamiéndose: li-mo-neees. Y aparecían pintadas en los muros: limón limoncito ay qué redondito. Las señoras decentes cerraban los ojos, pudorosas. A los niños se les castigaba si la decían, si la escribían, si la pensaban. La inquietud social creció tanto que el Presidente de la Nación emitió un mensaje para tranquilizar a las masas: la palabra limones no está vetada de manera oficial, pero por precaución es mejor evitarla en público. Si te oían decir limones en la oficina o en el aula, te tachaban de fascista. Y nadie se explicaba cómo una fruta tan inocente, tan verde y llena de vitamina podía estar ligada a esa esa sucia palabra. Limón. Pero luego se descubrió el nexo y los limones se miraban con asco, como algo envilecido. Toneladas se arrojaron a la basura y en los campos ardían filas y filas de limoneros. Varios agricultores fueron apresados por cultivarlos. Pero qué he hecho, clamaban. Limones, eso has hecho. Los grupos rebeldes los llamaban presos políticos y exigían su liberación. El país ardió junto con los limoneros en el campo, las pintadas en los muros y las miradas de asco; nos consumimos todos y además gustosamente, y todo por una palabra: limones.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Describiendo la personalidad a través de un relato corto

Fiestas de San Juan Bautista: La Biblioteca Sale a la Calle

El Paisaje de Canarias en Cien Años de Soledad