Rincones de lectura: Leer en la playa
"No es fácil leer en la playa. Tumbado boca arriba, es casi imposible. El sol deslumbra, hay que sostener el libro muy alto en la cara. Se aguanta unos minutos y luego uno se vuelve. De lado, apoyado en un codo, con la mano pegada a la sien, sosteniendo el libro con la otra mano pasando las páginas, resulta también bastante incómodo. Se termina boca a abajo, con los dos brazos hacia delante. A ras de suelo corre siempre un poco de viento... Al cabo de leer durante tanto tiempo con los brazos estirados, la boca bebe la playa... Todas estas posturas, fatigas, irregulares placeres, eso es la lectura en la playa. Tiene uno la sensación de leer con el cuerpo".
P. DELERM, "El primer trago de cerveza"
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